¿Es normal sentir Estrés?
La Organización mundial de la salud (OMS) define el estrés como un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil.
A nivel general, todas las personas pasamos y tenemos cierto grado de estrés en nuestra vida, ya que es una respuesta natural a las experiencias del día a día en donde sea que nos encontremos: trabajo, escuela, paseos, etc.
Entonces, si reconocemos que rutinariamente nos enfrentamos al estrés ¿por qué habría que preocuparse? En este escrito, abordaremos el concepto de estrés revisando su definición, implicancias y consecuencias en la salud física y mental y algunas recomendaciones que nos ayudarán a enfrentarlo.

¿Qué es el estrés?
Para dar inicio a esta entrada, es importante definir con palabras simples y concretas el estrés, dado que existe un universo de definiciones.
En esta ocasión, y para poder abordar esta temática de una forma comprensiva, entenderemos el estrés como cualquier experiencia emocional molesta que venga acompañada de cambios bioquímicos, fisiológicos y conductuales predecibles, no obstante ¿Soy capaz de darme cuenta de estos cambios?
¿El Estrés es algo Bueno o Malo?
En primera instancia es importante reconocer que el estrés en pequeñas cantidades pudiera ser beneficioso, dado que nos ayuda a concentrarnos en alcanzar objetivos a corto plazo, darnos energía para entregar algún trabajo o informe que nos solicitaron, quedarnos despiertos en momentos necesarios, etc.
Sin embargo, la exposición constante y excesiva a situaciones que nos generan estrés se vuelve perjudicial para nuestra salud física y mental.
Síntomas del Estrés
Muchos de nosotros podemos coincidir al señalar algunos indicadores bastante reconocibles del estrés:
- Cansancio
- Dolores corporales
- Agotamiento
- Mal humor
- Cambios en el apetito
- Dificultades en la concentración
- Falta de motivación
- entre muchos otros…
Estos síntomas suelen aparecer cuando nos enfrentamos a situaciones complejas o que nos demandan tiempo, energía y atención, por lo que se vuelve complejo diferenciar cuándo estos síntomas son normales de cuando nos están alertando de algo más.
Qué pasa en nuestro cuerpo cuando nos sentimos Estresados?
En este punto, el concepto de estrés empieza a tomar relevancia dado que ya no es un estado pasajero, sino que es sostenido en el tiempo, por lo que comienza a generar cambios que empiezan a volverse visibles con el tiempo y que afectan directamente el funcionamiento de nuestro organismo viéndose comprometidos.
Principalmente el sistema nervioso central, el cual se encarga de transmitir señales entre el cerebro y el cuerpo, además de cumplir funciones como el procesamiento de la información interna y externa con el fin de regular el funcionamiento de los demás órganos y sistemas.
El sistema endocrino, el cual se encarga de elaborar hormonas para posteriormente liberarlas directamente en la sangre para que lleguen a los tejidos y órganos de todo el cuerpo, destacando además que las hormonas controlan funciones importantes en el cuerpo como el crecimiento y el desarrollo, el metabolismo y la reproducción.
Por último, el sistema inmune el cual se encarga de combatir infecciones y otras enfermedades, pudiendo verlo como el sistema de defensa del cuerpo.
Con todos estos sistemas comprometidos, podemos hacernos una idea de cuáles pudieran ser aquellos indicadores que nos están alertando de que algo no está funcionando como debería por lo que es importante actuar frente a esta situación.
La hormona del Estrés: el Cortisol
Antes de avanzar a la explicación de cómo afecta el estrés en nuestra salud física y mental, es importante introducir una hormona que cobra especial relevancia cuando se habla de estrés, el Cortisol.
Esta hormona, conocida también como la hormona del estrés, tiene una función realmente importante en el cuerpo y esa es mantener la homeostasis, es decir, mantener el equilibrio de ciertas funciones del organismo para nuestro bienestar general.
Entonces, cuando nos enfrentamos a situaciones que requieren una mayor cantidad de energía, el cuerpo comienza a secretar cortisol para enfrentarlas y posteriormente, para reestablecer el equilibro de nuestro organismo. Detengámonos un momento y profundicemos en este proceso.
Existe un sistema de alarma y respuesta al estrés el cual tiene 3 opciones: huir, luchar o congelarse, siendo estas respuestas instintivas. Entonces, lo que hace el cortisol en estos casos es disminuir las funciones que identifica como no esenciales para centrar sus energías en el sistema de alarma y reaccionar frente al “peligro”, para luego volver a retomar el equilibro en que se encontraba con anterioridad.
Los Peligros de Mantenerse en Alerta Constante
Retomando la idea anterior, el estrés inicialmente es oportuno para enfrentarnos a algunas situaciones, ya que prende alarmas para indicar que debemos afrontar una situación y, tras la resolución, la hormona se restablece retomando el equilibrio.
Ahora bien ¿Qué pasa cuando esta exposición es sostenida en el tiempo? Las señales que fueron enviadas en un momento inicial, en vez de apagarse, se mantienen en actividad constantemente, por lo que el cuerpo permanece alerta y comienza a destinar recursos para estar en vigilia de situaciones que pudiesen resultar amenazantes para nuestra integridad, ya que esta es la forma en que el cerebro procesa el estimulo.
Al mantenerse activado este sistema de alarma, quedan en segundo plano otros procesos, que a largo plazo comienzan a generar cambios bioquímicos, provocando esto a su vez, síntomas físicos y emocionales, alterando el funcionamiento del cuerpo y los diferentes procesos del mismo.
Los altos niveles continuos de cortisol pueden causar que la salud de una persona comience a deteriorarse en distintos niveles, siendo así cómo pueden generarse distintas enfermedades que afectan tanto física como emocionalmente:
Ansiedad
Depresión
Problemas digestivos
Tensión muscular
Problemas con el sueño
Problemas con la memoria y la concentración
Aumento de peso
Entre otros.
Por lo mismo, es importante poder identificar aquellos factores que nos estresan en nuestro día a día y buscar estrategias que nos ayuden a enfrentarnos al estrés de manera saludable: “es la forma en que reaccionamos al estrés lo que marca el modo en que afecta a nuestro bienestar”.
Recomendaciones para Disminuir el Estrés
Ahora que sabemos que el estrés es parte de nuestra vida cotidiana, es importante poder identificar los factores que nos causan estrés y poder actuar frente a esto.
No somos todos iguales por lo que es importante buscar estrategias que nos funcionen y nos ayuden a poder sobrellevar de mejor forma el estrés.
Algunas estrategias para disminuir el estrés son:
Mantener rutinas saludables: alimentación y ejercicio regular
Mantener una adecuada rutina e higiene de sueño
Tener pasatiempos o hobbies para poder destinar tiempo a otras actividades distintas de las que implican responsabilidades o una carga en el día a día
Salir con amigos o familia
Darse tiempo para disfrutar y descansar
Técnicas específicas de relajación
No existe una receta para manejar el estrés, sin embargo, a medida que vayas identificando las causas que te generan estrés podrás también ir conociéndote a ti mismo/a y saber cómo gestionarlo para que en un futuro no sea percibido por tu cuerpo como una situación amenazante y te permita actuar en consecuencia.
Si el estrés es un problema importante que está afectando tu día a día, entonces sería útil conversar con un profesional que te entregue las mejores estrategias en tu caso.
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