Gaslighting: Cuando te hacen dudar de tu propia realidad

Gaslighting: Cuando te hacen dudar de tu propia realidad

¡Hola! Hoy en el blog aprenderemos sobre el Gaslighting, que es y que no es, cuáles son sus diferencias con otras formas de violencia psicológica y algunos tips de qué hacer al estar sufriendo de esto. 

Al ser un tópico ya común dentro de las parejas, se sugiere precaución a la hora de leer y de llegar a sentir algún malestar, no dudar en acercarse a su círculo cercano o profesional de confianza.

¿Qué es la violencia psicológica?

Antes de saber que es el gaslighting debemos comprender que esta práctica pertenece a una categoría más general de violencia, que es de carácter psicológico. 


Este tipo de violencia se puede definir como una serie de actitudes en las cuales una persona (agresora) busca dominar y/o someter a una persona por medio de sus emociones y sentimientos. 

Lamentablemente, este tipo de violencia es invisibilizada y suele ser reconocida por sus víctimas una vez los efectos ya son muy negativos para esta. La violencia psicológica tiene consecuencias como enfermedades psicosomáticas, depresión o desequilibrio psicológico.

¿Cómo se ejerce la violencia psicológica?

Las formas más evidentes en las que se ejerce la violencia psicológica es a través del abuso verbal y/o económico, la intimidación, las amenazas, el desprecio y abuso emocional, entre otros. Esto tiene como propósito el dominio y aislamiento de la otra persona, por lo tanto las agresiones, silencios o la humillación son actos que ayudan a lograr este propósito. 

Si bien estos comportamientos negativos pueden ser difíciles de identificar, existen violencias psicológicas enmascaradas, como la manipulación de la información, la negligencia afectiva, negar actos violentos o el desplazamiento de la culpa a la víctima. 

Dentro de esta subcategoría es que se encuentra el gaslighting.

Entonces… luego de esta introducción… ¿Qué es el gaslighting?

Es un tipo de violencia psicológica que consiste en manipular distintas situaciones, ya sean nocivas o no, con el fin de que la persona dude de sus sentidos, razón e inclusos sus propios hechos y/o logros. El gaslighting se manifiesta de muchas formas, por ejemplo generando desconfianza y suspicacia, inventando situaciones donde no hay problemas y usualmente responsabilizando a la víctima de este hecho.
Como apreciamos, este tipo de violencia manipulativa no quiere solo modificar el comportamiento de alguien sino manipular quién es esa persona, siendo el objetivo el control del otro. 

El gaslighting suele desarrollarse con más frecuencia en relaciones de pareja que en otro tipo de vínculos, por lo cual, en este escenario lo que se busca es tener a su pareja sometida para así poder desarrollar la relación “sin problemas”. Lamentablemente las personas maltratadas no son conscientes de este tipo de violencia, ya que al ser realizada de manera sutil no se experimenta como una agresión en sí misma, sino como un conflicto más dentro del estar en pareja.

Esta forma de violencia actúa de manera sistemática, es decir, es sostenida en el tiempo, aparece con frecuencia en diferentes interacciones y tiene un propósito claro, que la víctima se cuestione tanto su propio actuar como la realidad en sí misma. 

Un ejemplo: La víctima puede realizar una acción cualquiera, como podría ser reclamar por una actividad en conjunto y el victimario argumentar que ese comentario es muy raro ya que no se “corresponde con su personalidad”. Si a esto se le suman prácticas para aislar y maltratar, resulta que la persona dude de su propia cordura, otorgándole el control a su victimario.
Por lo mismo es que el término de gaslighting se ocupa coloquialmente como sinónimo de “volverse loco”, debido a la confusión producida.

Luego de que hemos podido revisar en qué consiste el gaslighting, es importante que la diferenciemos de otras formas de violencia psicológica.

¿Qué no es gaslighting?

Esta forma de violencia psicológica enmascarada debería ser diferenciada de otros comportamientos dañinos como la manipulación, mentir, disentir, hacer sentir culpable, ghosting, bullying, “lavado de cerebro” o chantajes. 

Por ejemplo, el bullying ha sido definido como la percepción de recibir comportamientos negativos por un periodo de tiempo y ser incapaz de hacer algo para prevenirlo o detenerlo. Si bien en el gaslighting la víctima no se previene o lo puede detener, es principalmente porque se opera de forma silenciosa y oculta. 

Otro ejemplo, el “lavar el cerebro” es definido como el forzar a otra persona a aceptar tus ideas o creencias, ya sea repitiendolas constantemente o impidiendo que la otra persona pueda tener su opinión propia. La diferencia elemental está en la forma en que se realizan estas dos violencias, siendo, una vez más, el gaslighting una manera silenciosa.

¿Cómo identificar si estamos en situación de gaslighting?

  • Te cuestionas, sin razón aparente, tus acciones o ideas constantemente. 
  • Te disculpas constantemente por acciones que no son necesariamente malas, ya sea a tu familia, amigos o pareja. 
  • Crees que no estás o te sientes tan bien como deberías, cuando en realidad en tu vida las cosas van bien. 
  • Sientes la necesidad de justificar que el comportamiento de tu pareja es el correcto. 
  • Retienes información con el fin de no tener que explicar o dar excusas del comportamiento de tu pareja. 
  • Empiezas a mentir con el fin de agradar a tu pareja, familiares o amigos. 
  • Existe una dificultad para tomar decisiones, incluso aquellas que aparentan ser fáciles de tomar. 
  • Sientes que no eres lo suficientemente buena para hacer cosas. 
  • Te cuestionas a menudo si eres una buena pareja, amiga o familia.

Una vez logramos identificar o al menos hacernos una idea de lo que nos puede estar pasando ¿qué podemos hacer al respecto?

  1. Establecer límites: Una vez hayamos identificado que podríamos estar sufriendo de gaslighting, el primer paso es establecer límites. Esto consiste en comunicar asertivamente aquellas interacciones que consideramos inaceptables y dañinas. 
  2. Trabajar la autoestima: Uno de los efectos negativos del gaslighting es la baja en el autoestima. Para ello sugerimos tener conversaciones enriquecedoras acerca de tus fortalezas y maravillas. 
  3. Cuidar nuestra red de apoyo: El cuestionamiento a la realidad misma es algo complejo de experimentar, sin embargo, la red de apoyo es fundamental para derribar esta visión errada que hemos adoptado. Es importante comunicarse con nuestras redes de apoyo. 
  4. No evitar: La baja autoestima se hace presente en distintas formas, una de ellas es dejando que las cosas te pasen. Intenta actuar, confrontar la realidad y abordarla de la manera más inmediata posible. 
  5. Buscar ayuda profesional: Si crees que los tips anteriores no son suficientes o no están surtiendo efecto, siempre puedes buscar ayuda profesional para trabajar técnicas más complejas que puedan contribuir a una mejora de tu salud mental. 
Espero que hayas disfrutado el blog de hoy. Un abrazo. 

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