Claves del Estrés Universitario
Para lograr comprender las particularidades del estrés universitario, debemos primero saber qué es el estrés. Este se define como un estado de alerta y agotamiento sostenido en el tiempo.
Dentro de sus características más conocidas está el agotamiento emocional que consiste en una fatiga física y mental que impide concentrarse en otros tanto como en sí mismo.
Otro síntoma relevante es la despersonalización, esto es la incapacidad de situarse como el origen de problemas y atribuírselos a los demás.
Un síntoma bastante común es la falta de realización personal, donde sentimos que las cosas que hacemos no son suficientes, lo que genera una evaluación negativa del propio actuar, lo que deriva en una baja del rendimiento.
Estas tres características centrales funcionan como un sistema que se retroalimenta así mismo, siendo cada una el motor para que la otra siga estando con nosotros.
Por más negativo que podamos ver el estrés, a partir de la información dada, este también tiene una vertiente positiva. Nos ayuda con energía en situaciones específicas de disfrute, que luego desechamos produciendo una sensación de satisfacción.
Estrés en la Etapa Universitaria
El ingreso a la universidad (o ya estar en ella) supone una nueva etapa para las personas, donde pueden descubrir elementos acerca de ellos mismos, de otros, de la sociedad, etc.
El entorno es nuevo, lo cual supone desafíos y adaptaciones que antes no eran requeridos. Los/las estudiantes universitarios, así como los docentes y funcionarios, acompañan su quehacer bajo la presión del rendimiento y la sobrecarga de tareas, tanto pertenecientes a esta esfera de su vida como otras.
Pero bueno… ¿Qué es precisamente el estrés universitario? Es el aumento de tensión debido a diferentes factores presentes, como los ya mencionados, lo que causa daños en la salud mental. Puede surgir por distintos factores: exigencias y/o demandas excesivas, poca resiliencia y tolerancia a la frustración, algunos trastornos psicológicos no tratados desde épocas tempranas, baja autoestima, malos resultados en las metas propuestas u objetivos poco realistas. etc. Todo esto produce un desborde en la capacidad de afrontar del estudiante o docente.
¿Qué debo hacer si el Estrés es Grave?
Cuando el estrés no disminuye y persiste en el tiempo, puede aparecer el síndrome de burnout o desgaste académico, el cual repercute en la vida universitaria, abriendo la puerta a problemas más complejos que pueden influir en la permanencia en el establecimiento, la aprobación social o familiar.
Si esto es así, una buena idea es buscar ayuda profesional para que te sientas acompañado/a en este problema.
¿Qué tan común es el Estrés Universitario?
¿Piensas que esto te ocurre solamente a ti? Revisemos un par de estadísticas.
Estudios en distintos países de Latinoamérica estiman que un tercio de los estudiantes universitarios padecen de estrés y, en consecuencia, un 50% de estos presenta dificultades a la hora de desempeñarse en distintas áreas de su vida. Otros estudios establecen que un 76% de los estudiantes presenta o presentará estrés a lo largo de su vida universitaria. En consecuencia, no estas solo/a.
El estrés universitario es un estado común para los estudiantes, es abordable con distintas practicas (que leerás más adelante) y es algo con lo que todos/as debemos aprender a lidiar en nuestras vidas.
Origen del estrés universitario
El estrés tiene un origen multivariable (ya que nos afecta a nivel cognitivo, motor y fisiológico) esto quiere decir que nos puede suceder por distintos eventos en nuestra vida.
Dentro de las razones más comunes es la presión familiar por tener un buen rendimiento, el miedo a fracasar, la dificultad de adaptarse socialmente a este nuevo mundo, la mantención de relaciones sociales, compaginar el ocio con las responsabilidades, entre otros.
Hay explicaciones de origen biológico, tales como una mala alimentación, mala higiene del sueño, sedentarismo, enfermedades físicas varias y trastornos psicológicos no tratados.
En definitiva, hay numerosos factores que facilitan la aparición del estrés, así que, si queremos evitarlo debemos estar atento a nuestra vida en distintos niveles.
5 Preguntas para Identificar el Estrés Universitario
Como bien explicamos anteriormente, el estrés tiene una vertiente “positiva” y una negativa, pero ¿cómo sabemos cuál es cuál? Para ello debemos primero sentarnos en un espacio tranquilo y reflexionar acerca de nosotros mismo, buscando las siguientes señales:
1. ¿He sentido que se me dificulta descargar tensión? Si sientes que has tenido un día duro y no puedes quitarte la sensación de pesadez haciendo cosas que te gustan o relajándote. Quizás estamos hablando de estrés.
2. ¿He experimentado más inquietud de lo habitual? Todas las personas tenemos un rango de inquietud con la que convivimos, pero si sentimos que esta es mas de lo habitual, entonces puede ser que estemos hablando de estrés. No hay que confundir con la ansiedad y esa es una tarea difícil. Queda atento/a a nuestro blog porque estaremos hablando de ello.
3. ¿Últimamente me cuesta más relajarme? Esta sensación puede ser muy parecida a la primera, pero un tip para diferenciarla es que esta tiene que ver más con la posibilidad de descansar y acceder a los disfrutes que tengamos en nuestra vida.
4. ¿Me he enfadado o frustrado con más facilidad? Si bien, cada una/o tiene un umbral de enojo o frustración, si sentimos que últimamente este es superado con mas facilidad, entonces podemos hablar de estrés. Este es uno de los aspectos más complejos del estrés, puesto que pone en riesgo nuestras interacciones con las personas mas cercanas en nuestra vida, así como con extraños.
5. Disminución del rendimiento. Un elemento tangible para pensar en estrés es evaluar nuestro propio rendimiento en distintos aspectos de nuestra vida. Esta bien que este blog se haya dedicado al estrés en contexto universitario, pero si no solamente vemos que nuestras notas han bajado, sino que también no me estoy desempeñando como siempre en otras actividades (deportes, trabajo, voluntariados, etc.).
Luego de hacer este pequeño ejercicio (que no es un diagnóstico ni menos algo preciso) podemos decir… si, probablemente estoy estresado. O no (lo cual sería maravilloso y generaría una envidia tremenda de mi parte).
Cómo Enfrentar el Estrés Universitario: Primeros Pasos
¿Qué hacer? Comprendemos que puede estar en una situación dura, sin embargo, los siguientes tips puede ayudar a alivianar un poco la carga:
- Cambiar hábitos alimenticios.
- Higiene del sueño (atentos al blog, porque el próximo lo veremos).
- Conocer limites acerca de nuestro propio cansancio.
- Actividades físicas de relajación son recomendadas, tales como: Mindfulness, Yoga o meditación.
- Involucrarse más en actividades de disfrute (deportes, Hobbies, salir con amigos/as).
- Limitar la exposición a situaciones que de antemano podamos evaluar como estresantes.
- Apoyarse con familiares, amigos o dispositivos de salud mental dentro de la misma universidad.
¿Y si esto no resulta? Siempre eres bienvenido/a para agendar una hora con nosotros y que te podamos ayudar
