Como ya se dijo en el anterior articulo “Sexualidad en la Tercera Edad: Desafíos y Placeres que Persisten”, la sexualidad no desaparece con los años, es parte de la vida desde que nacemos hasta que morimos, aunque muchos aun no lo conciban como tal y por ello, todavía existen mitos y barreras que impiden a muchas personas disfrutar de este aspecto vital. Algunos de los mitos y prejuicios más comunes son:
-El sexo no es importante en la edad avanzada. -El uso de anticonceptivos no es necesario en la tercera edad -La menopausia y la andropausia acaban con la sexualidad -El sexo puede ser perjudicial para la salud -Los hombres tienen mayor necesidad que la mujer -Los adultos de la tercera edad no se pueden masturbar -La menopausia elimina la capacidad de llegar al orgasmo -Las mujeres no pueden lubricar después de la menopausia - Las disfunciones sexuales son inevitables con la edad - Se supone que los últimos años de la vida son asexuales -El interés por el sexo es un hecho anormal en la gente de edad. -Los adultos mayores no tienen capacidad fisiológica que les permita tener conductas sexuales. -La sexualidad se debilita en la menopausia y desaparece en la tercera edad. -Es aceptable la pareja de hombre mayor y mujer joven pero es ridícula la pareja de una mujer mayor y un hombre joven. -Los adultos mayores son incapaces de experimentar placer y de despertar deseo en otros. -Los adultos mayores no están interesados en comprometerse en alguna relación romántica. - El adulto mayor que piropea a una mujer, de cualquier edad, es considerado viejo verde, desubicado, depravado, anormal, inmoral… y se murmura “envés de pensar en eso debería ir a la iglesia a rezar, etc”. -La belleza y la sexualidad son exclusivas de la juventud. -Los adultos mayores no tienen ánimos para pensar en su arreglo personal.
Conclusión. Aunque la atención al adulto/a mayor y los estudios en torno a ello y la sexualidad ha alcanzado logros notables, aun persisten actitudes, inclusive de los mismos adultos mayores, que tienden a rechazar, ignorar o invisibilisar la existencia de la actividad sexual en la tercera edad en su completud. Es claro percibir en los mitos y prejuicios que el orgasmo en la sociedad actual está sobrevalorada y mitificada, el sistema capitalista concentró la sexualidad en los genitales, quizá para que el resto del cuerpo se pueda concentrar en producir para el sistema. Nos olvidamos de la piel, y de que ésta funciona desde que nacemos hasta que morimos y como algunos dicen, la piel es el verdadero punto G, muestra de ello puede ser que cuando alguien nos abraza nuestro cuerpo segrega una gran cantidad de endorfinas, proporcionando al cuerpo alivio natural y por ende satisfacción; considero que eso, es lo que conforma el grueso de nuestra sexualidad y tendríamos que disfrutarla más en cada etapa de la vida, más aún en la tercera edad, y no quedarnos con la idea de una sexualidad gimnástica, donde el hombre tiene primero que tener una erección y después mantenerla a toda costa para no eyacular antes de tiempo porque se considera que el hombre con su pene es como una barita mágica con el que da placer a la mujer, cuando el verdadero placer esta en el fundirse el uno en el otro, sentirse bajo la piel, como lo dijo un poeta muy acertadamente. Finalmente invito a todos los lectores a seguir reflexionando a este respectgo y a que se unan a los esfuerzos en pos de desmitificar, desprejuiciar la sexualidad y al mismo tiempo erradicar la mirada reduccionista y dicotomizada en todos los ámbitos posibles a nivel personal, profesional, comunitario, social y político.
“No hay derechos sin deberes. No hay vida sin sexualidad”.
