Autismo en Mujeres: Razones por las que Puede Pasar Desapercibido
Desde el paradigma de la neurodiversidad, se concibe que todas las personas somos neurológicamente distintas, pensando, aprendiendo y relacionándonos de manera diferente a los demás, con diferencias cerebrales que determinan nuestras diferentes maneras y ritmos de aprendizaje, de expresión de emociones y de desarrollo personal (Venegas, 2019).

Si bien la mayoría de las personas, mantendrían una trayectoria del desarrollo similar al de la mayoría de los individuos de su misma edad, existiría una minoría neurodivergente, cuya trayectoria del desarrollo no sería alcanzada, de acuerdo a los hitos del desarrollo esperado, los que serían agrupados dentro de los Trastornos del Neurodesarrollo.


Dentro de los cuales, se encontraría el Trastorno de Espectro Autista (TEA), condición de la que se centrará el siguiente artículo.
Trastorno de Espectro Autista (TEA)

El Trastorno de Espectro Autista (TEA), es definido por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales [DSM-V] (2013), como un Trastorno de Neurodesarrollo caracterizado por la presencia de deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos, así como por patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Con diferencias en el nivel de lenguaje, el nivel cognitivo y el nivel de apoyo que requieren, clasificándose este último, en tres niveles: nivel 1, necesita apoyo, nivel 2, necesita apoyo notable, y nivel 3 necesita apoyo muy notable; en las áreas de comunicación social, y de comportamiento restringido y repetitivo.


Condición de Espectro Autista (CEA)
Si bien el DSM-V (Asociación Americana de Psiquiatría) y el CIE-11 (Organización Mundial de la Salud) reconocerían el Autismo, desde una perspectiva médica, como un Trastorno del Espectro Autista (TEA), desde la perspectiva psicosocial, el autismo es reconocido como “Condición de Espectro Autista” (CEA), con un amplio rango de manifestaciones, entre las que destacan, las dificultades en la comunicación social y la presencia de intereses y/o comportamientos repetitivos.
Según explica Hervas (2016), esta condición sería frecuente, se mantiene toda la vida, afecta cuatro veces más a los niños que a las niñas, y puede acompañarse con la presencia de discapacidad intelectual y/o capacidad intelectual dentro de la norma, deterioro del lenguaje, así como afectar sus niveles de adaptación funcional.
Junto con ello, puede relacionarse con alteraciones en el procesamiento de la información y de estimulación sensorial hacia estímulos de diferentes modalidades sensoriales (auditiva, visual, táctil, etc.) (APA, 2013).


En ese sentido por ejemplo, algunas personas autistas, presentarían dificultades para adaptarse a los cambios, una predilección por la repetición o insistencia en lo mismo, intereses profundos y repetitivos, dificultades de regulación emocional, déficit en sus habilidades sociales, etc.


Cómo se Manifiesta el Autismo en Mujeres y Hombres

En cuanto a la expresión de género de la Condición de Espectro Autista, autores como Couse (2020), Hull (2018) y Leiva (2023), explican que existiría la presencia de un sesgo de género en el diagnóstico de autismo, existiendo muchas mujeres que cumplirían con los criterios clínicos del diagnóstico, pero que no serían diagnosticadas a causa de su capacidad para “camuflar” los patrones conductuales clásicos del CEA.
Junto con esto, existirían pocos instrumentos, evaluaciones así como profesionales capacitados para detectar la presencia de autismo en mujeres y/o en personas con tendencia al camuflaje social.
Considerándose que, desde las primeras apreciaciones del diagnóstico de manera clínica, se han registrado y considerado casos masculinos por sobre los femeninos, estandarizando las pruebas y las bases diagnósticas para toda la población autista.
Lo que sumado al estereotipo que existe en la sociedad, respecto al género femenino, en el que las niñas son concebidas como más tranquilas, intelectuales y con mejores capacidades lingüísticas que los niños, provocaría que el proceso diagnóstico sea más lento y complejo (Leiva, 2023).


Autismo en mujeres

En relación a la expresión de las características del autismo en mujeres, FUAN (2023), Burrows (2022), Gonzalez (2016) y ADIPA (2022) mencionan que, tendería a ser muy distinto a la expresión en hombres, presentando las mujeres menores conductas rígidas y repetitivas, intereses profundos más típicos, funcionales y que se asemejarían a los intereses de niñas de su misma edad sin la condición.
Por ejemplo, algunas niñas autistas se podrían obsesionar con determinadas películas, personas o libros que serían comunes para las niñas de su edad, a diferencia de los niños autistas, que suelen mantener intereses más inusuales, tales como a objetos específicos (patentes de autos, trenes, etc).
Asimismo, las mujeres autistas, suelen presentar estereotipias y conductas de autorregulación que serían más camufladas y típicas del género femenino, tales como, jugar con su pelo, comerse las uñas, tocarse las manos, etc., a diferencia de los niños, en el que las estereotipias serían más evidentes, por medio de mecerse, girarse y/o aletear.
En adición a ello, muchas niñas autistas con un nivel 1 de apoyo, no presentan necesidades ni apoyos muy notables para desenvolverse con autonomía, presentando mejores habilidades sociales que los niños autistas, mayor motivación de relación, capacidad para camuflar o compensar sus dificultades de tipo social, y empatía cognitiva.
Observándose que podrían suprimir sus tendencias autistas, con el fin de lograr compensar activamente sus dificultades en situaciones sociales:
- Pueden copiar el lenguaje corporal y las expresiones faciales, aprender señales sociales, etc.
- Ocultar las características autistas o retratar una personalidad no autista (ej. pueden ajustar el rostro y el cuerpo para parecer seguro y/o relajado, forzar el contacto visual, etc.
- Así como encajar con otros en situaciones sociales (ej. pueden fingir, evitar o forzar interacciones con otros).

Consecuencias de un diagnóstico tardío

En el caso de las mujeres con un diagnóstico tardío, se observa un posible deterioro clínico significativo, afectando su salud física y mental, pudiendo generar una baja autoaceptación, frustración y bienestar subjetivo, así como sensación de agotamiento, siendo la depresión, la ansiedad, el estrés y los trastornos alimentarios los más comunes.
Asimismo, corren el riesgo de presentar diagnósticos erróneos, confundiendo sus manifestaciones clínicas de autismo, y atribuyéndolas a los Trastornos de Personalidad, Trastornos del Ánimo, etc. (WoodDownie, Wong, Kovshoff, et al 2021; ADIPA, 2022)


En función de ello, se observa relevante realizar un diagnóstico temprano, que contribuya a atender las necesidades y mejorar la calidad de las personas autistas, y en particular, de mujeres que presenten sospecha diagnóstica de la condición, considerando la dificultad que presentan para clarificar su diagnóstico, así como las consecuencias que genera realizar un diagnóstico tardío en la edad adulta.
Lo cual, según menciona ADIPA (2022) requiere de profesionales de la salud y educadores que estén capacitados para reconocer las señales de la condición y permitir su identificación temprana.
Así como, de una comunidad que pueda considerar y aceptar sus diversas formas de expresión y comunicación, y respetar sus necesidades sensoriales y sociales particulares.
Fundamentalmente, el realizar acciones que contribuyan a mejorar su calidad de vida, se podría fortalecer su inclusión y participación social, favorecer el ejercicio pleno de sus derechos, y lograr que puedan desenvolverse óptimamente en su vida diaria.
En las áreas de educación, empleo, vida independiente, salud, acceso a la justicia, y libertad de desplazamiento (Confederación Autismo España, 2018).
Junto con mejorar su bienestar físico y emocional, aumentando las sensaciones de confianza, autonomía, aceptación, seguridad y autenticidad (ADIPA, 2022).
¿Se puede detectar el Autismo en Mujeres?
Se puede señalar que el autismo en mujeres no sería una condición indetectable, pero sí podría ser más difícil de diagnosticar en comparación con el género masculino.
Esto debido a que el autismo se expresa de formas distintas en hombres y mujeres, observándose en estas últimas, con manifestaciones más sutiles y menos estereotipados.
Asimismo, muchas mujeres con autismo logran desarrollar sus habilidades sociales y de comunicación de manera adecuada, lo que les permite, en muchas ocasiones, «camuflar» sus dificultades, logrando adaptarse a las expectativas sociales y a ocultar sus diferencias.
Pon ende, realizar un diagnóstico temprano se observa fundamental para brindar el apoyo y los servicios necesarios para las personas autistas en sus dificultades, que permita mejorar significativamente su calidad de vida, y contribuir en que puedan alcanzar sus metas y vivir una vida plena y satisfactoria.

Conclusión
Se puede señalar que el autismo en mujeres no sería una condición indetectable, pero sí podría ser más difícil de diagnosticar en comparación con el género masculino.
Esto debido a que el autismo se expresa de formas distintas en hombres y mujeres, observándose en estas últimas, con manifestaciones más sutiles y menos estereotipados.
Asimismo, muchas mujeres con autismo logran desarrollar sus habilidades sociales y de comunicación de manera adecuada, lo que les permite, en muchas ocasiones, «camuflar» sus dificultades, logrando adaptarse a las expectativas sociales y a ocultar sus diferencias.
Pon ende, realizar un diagnóstico temprano se observa fundamental para brindar el apoyo y los servicios necesarios para las personas autistas en sus dificultades, que permita mejorar significativamente su calidad de vida, y contribuir en que puedan alcanzar sus metas y vivir una vida plena y satisfactoria.
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