Poner límites no es sencillo al principio, nos puede dificultar por varias razones, para empezar debemos saber que poner límites significa dar a entender nuestras propias necesidades, lo que queremos y esperamos, siendo esto nuestro lugar seguro, ojo que también influye la forma en la que comunicamos estas necesidades, no significa imponerse ante los demás y pasarlos a llevar.
Las razones del por qué nos complica poner límites pueden ser varias, desde el temor de ser rechazados al negarnos a alguna petición; desde la imagen que tenemos de nosotros mismos, es decir, al negarnos podemos creer que somos egoístas, malas personas, etc.. aquí también se ve influenciada el autoestima, pero el priorizarse no significa ponerse sobre los demás, ni menos debemos dejar que estemos por debajo; igualmente, puede venir de estar acostumbrados a tomar responsabilidad de todo, haciéndolo nuestra obligación, por último, también el origen puede ser por la forma en la que fuimos criados.
Lo que debemos hacer para comenzar a establecer nuestros límites, primero identificarlos, pensar que queremos, que deseamos, que necesitamos, que nos acomoda, luego, trabajar en comunicar estos límites de manera asertiva, clara y respetuosa, con el objetivo que la otra persona los pueda comprender, igualmente, podría ayudarte el poco a poco, empezar a decir “no”, recuerda que el negarte a algo que no te hace sentir cómodo no te hace egoísta, simplemente estás respetando tus propios límites y a ti mismo/a.
Debes tener claro que debes ser bien firme con estos límites, cuando ya los des a conocer, debes respetarlos hasta el final, debes ser constante en ello, más cuando otros intenten cruzarlos, esta es una forma de cuidarte.Puede que recibas algunas reacciones negativas cuando pongas límites, pero todo a la calma, asegúrate de escuchar con respeto la opinión de los demás y por qué piensas aquello, pero aun así priorizar tus límites.