Mi hijo no duerme bien y se despierta a cada rato, no sé cómo ayudarlo para que tenga noches tranquilas
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Mi hijo no duerme bien y se despierta a cada rato, no sé cómo ayudarlo para que tenga noches tranquilas
Cuando hablamos de dormir, siempre es importante considerar las actividades previas que los niños realizan antes de dormir, dado que pueden influir en la activación del organismo y del cerebro; además debemos tener en cuenta si nosotros también posibilitamos un ambiente que propicie un sueño adecuado, por ejemplo, tranquilidad y/o silencio. Puede que lo que lo despierte sean pesadillas, cambios de temperatura, ganas de orinar, algo que no han podido descifrar, etc., por ello es importante ir indagando que fue lo que ocasionó que despertara en estas oportunidades (no necesariamente en el momento, puede ser al día siguiente) para utilizar esta información a nuestro favor, así podremos comprender que es lo que provoca esta dificultad en conciliar el sueño.
Una estrategia que siempre ayuda es establecer rutinas de sueño con los niños, niñas y adolescentes y que estas les sean explicitadas, de esta forma hacemos que el ejercicio de dormir sea predecible y preparamos a los niños y al cerebro para la actividad que viene. De esta forma, el cuerpo asimila la información y en semanas posteriores, el cuerpo de manera autónoma se prepara para dormir en los horarios que es fueron enseñados.
Ejemplo de rutina:
Primero debemos fijar una hora para dormir, por ejemplo a las 21:00, siendo este el límite, es decir a las 21:00 deben estar acostados en la cama. Con ello acordado, se da un margen previo a este horario para realizar las últimas actividades del día y poder organizar el día siguiente, dado que los niños y adolescentes durante marzo a diciembre están con horario escolar. Entonces si a las 21:00 esperamos que estén durmiendo, a las 20:00 u 20:30 se comienza a organizar estos detalles, arreglar la mochila, el uniforme, lavarse los dientes, leer un libro o cuento, etc. Lo primordial de esto es que mínimo 30 minutos antes de la hora de dormir no estén expuestos a pantallas o a tecnología, dado que esto activa el cerebro.
Las rutinas llevan un tiempo para que sean asimiladas, por lo que es importante ser constante con ellas.
Si el problema para dormir persiste, es recomendable consultar con un médico.
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