Hola, últimamente he notado que me resulta muy difícil adaptarme a los cambios, sobre todo cuando son inesperados o alteran mi rutina cotidiana. Por ejemplo, recientemente me cambiaron de equipo en el trabajo y aunque el ambiente es positivo, siento mucha ansiedad, insomnio y falta de concentración. Me cuesta motivarme, como si todo lo nuevo me agotara mentalmente antes de empezar.
También me pasa a nivel personal. Hace poco terminé una relación de varios años y aunque fue una decisión hablada, el cambio me golpeó fuerte emocionalmente y me cuesta reconstruir una rutina sin esa persona.
Desde su perspectiva profesional, ¿por qué algunas personas lidian mejor con los cambios que otras? ¿Qué estrategias prácticas y realistas puedo utilizar día a día para mejorar mi capacidad de adaptación? ¿Qué señales indican que necesito apoyo terapéutico para estos procesos? Me interesa entender cómo funciona este mecanismo a nivel psicológico y sobre todo qué puedo hacer concretamente para no sentir que cada cambio es una amenaza. Gracias.