Complementando la respuesta anterior y específicamente en cuanto a los Nervios, inseguridad y desconexión emocional que refieres, decirte que estos sentimientos pueden estar ligados a:
Expectativas internas o externas sobre lo que “debería” ser una relación sexual o cómo “deberías” responder. Estos mandatos culturales y sociales de género, entre otros mitos y prejuicios que nos suele llevar a sobre exigencias personales o generar ansiedad de rendimiento entre otras cosas.
Ansiedad de desempeño (preocuparse por «hacerlo bien» en lugar de disfrutar el momento).
Desconexión emocional o falta de sincronía con tu pareja en otros aspectos, lo cual puede manifestarse también en la intimidad.
Sería ideal que trabajes autoconocimiento, conciencia del cuerpo, respiración conciente, y la comunicación emocional para reducir estas sensaciones y reconectar contigo y con el otro.
En cuanto a la Discapacidad sensorial y experiencia sexual, tener una discapacidad sensorial cambia la manera en que se perciben e interpretan los estímulos, pero no limita la capacidad para disfrutar, desear o conectar. Algunas cosas que pueden influir:
Diferencias en la percepción táctil, auditiva o visual, lo que puede hacer que ciertos estímulos se sientan demasiado intensos o, por el contrario, poco presentes.
La comunicación no verbal puede tener matices distintos; por eso, es útil trabajar una comunicación sexual clara, consensuada y creativa con tu pareja.
Inseguridad o sobreexplicación por temor a no ser comprendido/a, algo que es común entre personas con discapacidades que han enfrentado barreras sociales o prejuicios.
Una buena terapia sexual puede ayudarte a entender mejor tus propias respuestas sensoriales, explorar alternativas placenteras y ayudarte a integrar tu experiencia única en la vida íntima de una manera positiva y empoderadora.
En terapia también podría ser bueno trabajar auto estima, auto imagen, auto eficacia, autoconocimiento corporal y emocional o educación sexual en general, comunicación asertiva para favorecer entre otras cosas, la comunicación con tu pareja. Es esencial abrir espacios de diálogo sincero y sin juicios con tu pareja, aunque al principio pueda ser incómodo, preguntas como:
¿Cómo se sienten ambos en la intimidad?
¿Qué cosas funcionan y cuáles generan tensión?
¿Hay espacio para experimentar, detenerse, probar cosas nuevas?
¿Cuándo me siento más dispuesto/a emocionalmente para conectar con mi pareja?
¿Qué factores afectan negativamente mi deseo sexual?
¿En qué momentos suelo tener más deseo sexual espontáneo?
¿En qué momentos del día me siento con más energía física y mental?