Lamento mucho tu pérdida y gracias por abrir tu corazón para compartir lo que estás viviendo. Pasar por un duelo puede ser una de las experiencias más dolorosas que enfrentamos en la vida, y aunque el tiempo es un factor importante, no existe una duración «correcta» para este proceso; cada persona lo vive de manera única. Es completamente normal que, incluso después de varios meses, sigas sintiendo ese dolor profundo. El duelo no es lineal y puede venir en oleadas, a veces inesperadas, que nos hacen sentir como si todo comenzara de nuevo.
Sentir culpa cuando experimentas momentos de alegría o cuando no piensas constantemente en la persona que perdiste también es muy común. El amor y el recuerdo de esa persona no desaparecen porque tú sigas adelante con tu vida. De hecho, encontrar momentos de alivio o felicidad no significa una traición, sino que también pueden ser una forma de honrar el vínculo que compartían; seguir viviendo con sentido es una manera hermosa de mantener presente a quien hemos amado.
Si sientes que este dolor te impide funcionar en tu día a día o que no logras avanzar en tu duelo, puede ser muy útil buscar apoyo psicológico. Un profesional puede ayudarte a comprender lo que estás sintiendo, a canalizar tus emociones y acompañarte en este proceso de una manera amorosa y respetuosa. No estás solo/a y pedir ayuda también es un acto de valentía y cuidado personal.