Estrés y Burnout: Cómo Reconocer sus Síntomas y Evitar sus Consecuencias

El Burnout es un estado psicológico que hasta el día de hoy, continúa afectando la estabilidad emocional en miles de personas. Este fenómeno, se manifiesta a través de un desgaste mental continuo que se va intensificando hasta el punto en que la persona, se siente emocional, física o psíquicamente exhausta, interfiriendo en su día a día y teniendo como resultados , la activación de ciertos mecanismos de resistencias para realizar actividades cotidianas y sociales. 

En este artículo, exploramos en profundidad qué es el Burnout, sus síntomas, causas, diagnósticos y el abanico de tratamientos disponibles para contribuir con la salud mental de quienes lo padecen y con ello, lograr un estilo de vida más saludable.

Entonces ¿Qué es el Burnout?

Podemos encontrar variadas definiciones. Sin embargo , es importante tener presente que desde el punto de vista psicológico, este fenómeno se trata de un conjunto de síntomas y signos que perduran durante un periodo y que se caracteriza por episodios de labilidad emocional (cambios rápidos e intensos en el estado de ánimo).

También, se puede considerar en respuesta ante un cuadro de estrés crónico, en donde la persona proyecta malestar y sentimientos negativos ya sea en el entorno del hogar, social y laboral.

Contextualizando lo anterior, es importante destacar que en el ámbito de la salud, los profesionales de cada área también están propensos a padecer este síndrome, lo que de algún modo , podría interferir en la relación con cada paciente a través de conductas insensibles e iatrogénicas.

Por tal razón, es fundamental que cada profesional de la salud, también pueda disponer de espacios de autocuidado y retraimiento emocional , puesto que, el ser constantes en este tipo de prácticas saludables, permitirán brindar un servicio ameno, cálido y humano.

Burnout y Estrés ¿es lo mismo?

En ocasiones podemos inferir que se trata de lo mismo. Sin embargo, estas se diferencian en que el Burnout, es una consecuencia del estrés cuando este último se incrementa y luego se cronifica, por lo tanto, el Burnout se considera mucho más grave.

Respecto a los síntomas del estrés, este se manifiesta por medio de sobreexigencias y constantes preocupaciones, en tanto que en el burnout, se observa falta de implicación en las actividades y hasta un embotamiento emocional.

Síntomas del Burnout

El síndrome del burnout puede presentar diferentes síntomas dependiendo de cada estructura de personalidad. Algunas señales claves para poder detectarlo, son aquellas que se comentaron en el anterior párrafo. También, se pueden diferenciar en los siguientes síntomas que a continuación de detallan:

Síntomas físicos:

  • Dolores de cabeza frecuente y musculares.
  • Molestias gastrointestinales (náuseas, indigestión, gases).
  • Palpitaciones.
  • Mareos.
  • Mayor o menor apetito.
  • Disneas.
  • Disfunciones sexuales.
  • Trastornos del sueño (insomnio, hipersomnias, parasomnias, etc).
  • Temblores.
  • Constante sudoración. 

Síntomas psicológicos:

  • Poca implicación en el trabajo. 
  • Disminución de la intensidad en las emociones.
  • Insensibilidad.
  • Distanciamiento social.
  • Irritabilidad.
 

Causas del Burnout

El síndrome del burnout deriva de la interacción entre las características de la persona y la exposición a condiciones psicosociales del trabajo que puedan resultar perjudiciales, como por ejemplo:

Relativas a la persona:

  • Poca tolerancia al estrés y a la frustración.
  • Deficientes estrategias de afrontamiento.
  • Falta de apoyo social.
  • Perfeccionismo y sentido de responsabilidad.

Relativas al contexto laboral:

  • Sobrecarga de trabajo.
  • Falta de prevención de riesgos laborales psicosociales.
  • Mala calidad de las relaciones interpersonales en el trabajo.
  • Falta de oportunidades de aprendizaje, mejora y desarrollo.
  • Desequilibrio entre las expectativas y la realidad del trabajo.
  • Horarios de trabajo excesivos.
  • Altos niveles de exigencia.
  • Falta de tiempo para organizar las tareas.
 

Consecuencias del Burnout

Consecuencias en la vida diaria:
El síndrome de burnout, puede derivar en severas consecuencias para la persona que lo padece. A continuación, se ilustran algunas transversalmente:

Consecuencias físicas:
Contracturas musculares, problemas dermatológicos, cardiovasculares, digestivos, sexuales y hasta respiratorios. También, la cronicidad de esta alteración psicológica, puede contribuir a padecer enfermedades como resfriados e infecciones.

Consecuencias psicológicas:
Problemas emocionales y psicopatológicos, afecta a la autoestima, a la salud, al bienestar y la calidad de vida de la persona comprometiendo posibles comorbilidades con algún tipo de trastorno de personalidad. Otra de las posibles consecuencias, es el aumento en las adicciones y conductas impulsivas, como lo es en el caso del consumo de alcohol, tabaco, algún tipo de drogas, juego patológico o compras compulsivas.

Consecuencias sociales:
Actitudes negativas hacia las demás personas, aislamiento social, disfunciones de pareja y familiares.

¿Cómo se diagnostica el Burnout?

Generalmente lo realiza un profesional de la salud mental mediante una evaluación. Esta incluye una entrevista clínica detallada sobre los síntomas, su duración e intensidad, y cómo afectan la vida diaria de la persona. Se revisa el historial médico y familiar para identificar posibles factores contribuyentes, y se utilizan cuestionarios de autoevaluación para identificar su nivel.

Qué puedo hacer si el estrés es grave?

En lo que respecta al tratamiento, la farmacología podría ser una opción siempre y cuando, un especialista del área médica lo indique según la gravedad de los síntomas presentados y las características personales de cada paciente.

Qué hacemos en Psicoterapia para trabajar el Burnout o Estrés grave

Desde lo psicológico, el Burnout se aborda desde las siguientes variables:

Psicoeducación: Este primer paso del tratamiento, consiste en explicar a cada consultante respecto a esta afectación psicológica y cuáles serían sus consecuencias al ir agudizando.

Autoconocimiento: Mediante registros y según el contexto , se trata de detectar ante qué situaciones presentan respuestas de estrés desadaptativas.

Afrontar el estrés: En primera instancia, es necesario orientar a cada consultante para que pueda disponer de espacios de autocuidado y con ello, realice estrategias de relajación y respiración. Luego en la sesión, se irá evaluando su sistema de creencias para modificar distorsiones cognitivas mediante técnicas como, la reestructuración, Terapia racional emotiva conductual o estrategias de tercera generación.

Mejorar la autoestima: Para potenciar el bienestar hace falta un trabajo de fondo que incluye diversas áreas. Es importante identificar las propias debilidades y fortalezas, aceptarlas y trabajarlas, es decir, utilizar las fortalezas para mejorar.

Desarrollar la resiliencia: Es decir, ser constante en entrenar sus habilidades por medio de sus valores y así, fortalecerse cada vez más ante las adversidades.

Trabajar la asertividad: Incrementar las habilidades comunicativas , serán de utilidad para establecer una mejor comunicación tanto en el entorno laboral, familiar y social.

Hábitos saludables: Es importante mantener una rutina de autocuidado y hábitos saludables que comprenden desde el ejercicio físico, una buena alimentación, espacios de meditación y una óptima higiene del sueño.

Terapias efectivas contra el Burnout

La terapia psicológica para el desgaste emocional se centra en identificar y tratar los síntomas del burnout, así como en desarrollar estrategias para afrontarlo de manera efectiva. Enfoques como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), son pragmáticas y muy útiles.

Terapia Cognitivo-Conductual: ayuda a modificar patrones de pensamiento y comportamiento negativos.

Terapia de Aceptación y Compromiso: combina estrategias para aceptar emociones a través del mindfulness, el yo observador y la defusión cognitiva para centrarse en el aquí y ahora.

Terapia farmacológica: La terapia farmacológica puede ser una parte efectiva del tratamiento para el desgaste emocional, especialmente cuando los síntomas son severos y afectan significativamente la calidad de vida.

Conclusiones

Como lo vimos en el presente artículo. El Síndrome de Burnout posee una alta incidencia a nivel transversal, incluyendo al personal que se dedica al cuidado de la salud.

Por lo que es vital comprenderlo para poder prevenirlo y tratarlo debido a sus consecuencias en el ambiente y en el rendimiento de las organizaciones.

La prevención y tratamiento del Burnout, de algún modo permiten obtener beneficios muy significativos, como lo es el sentirse bien consigo mismo, ser asertivo en la comunicaciones, proactivo y mucho más participativo en actividades sociales disminuyendo el ausentismo.

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