Convivir con alguien que tiene Trastorno Límite de la Personalidad puede ser realmente desafiante y muchas veces agotador emocionalmente. Lo primero que quiero decirte es que cuidar de ti también es esencial y no es egoísta hacerlo. Las personas con TLP suelen experimentar emociones muy intensas y eso puede generar tensiones frecuentes, por eso es importante que tú puedas establecer límites claros: no como una forma de castigo o rechazo, sino como una manera de proteger la relación y a ti mismo. Por ejemplo, si una discusión está escalando, es totalmente válido decir «en este momento necesito un espacio para calmarme, podemos hablar más tranquilos después». Eso no solo ayuda a reducir el conflicto sino que también modela una forma saludable de reaccionar frente a las emociones intensas.
No te sientas culpable por necesitar descanso o por tomar distancia emocional en ciertos momentos. Tu estabilidad también es importante para poder estar disponible de forma real y compasiva. Trata de mantener una red de apoyo —amigos, familia o incluso terapia— donde puedas desahogarte y procesar lo que vives día a día. Es muy útil también informarte sobre el TLP para poder comprender mejor lo que le ocurre a esa persona, entendiendo que detrás de muchas de sus actitudes hay un gran sufrimiento que no siempre pueden expresar de manera sana. Pero ojo, entender no significa tolerar todo sin límites. El amor sano convive con los límites y con el cuidado personal. En el fondo no hay una fórmula mágica, pero sí puedes ir desarrollando herramientas que te permitan seguir presente sin perderte tú en el camino.