Hola, me gustaría compartir una situación personal que me tiene preocupado y recibir orientación profesional. Vivo con mi pareja desde hace un par de años, y aunque nos queremos mucho, últimamente noto que cada vez que intentamos hablar de temas importantes —como nuestros planes a futuro, decisiones económicas o incluso cosas cotidianas— terminamos en discusiones o malentendidos. A veces siento que no me escucha o que interpreta lo que digo de una forma muy diferente a lo que intento expresar. Yo también reconozco que me frustro rápido cuando siento que no llegamos a nada.
Esto se ha convertido en una fuente de tensión constante, y tengo miedo de que, si no lo resolvemos, termine afectando seriamente nuestra relación. Me pregunto si esto es normal en las parejas o si puede tratarse de patrones comunicativos que deben cambiarse con ayuda profesional. ¿Cómo distinguir entre una mala racha y un problema más profundo? ¿Qué técnicas o estrategias pueden ayudar a mejorar la comunicación sin recurrir inmediatamente a una terapia formal (aunque no lo descarto)?
También me interesa saber cómo la carga emocional o el estrés personal pueden influir en este tipo de conflictos, y si hay recomendaciones específicas cuando uno de los miembros de la pareja tiene sensibilidad sensorial o necesita formas de comunicación más accesibles, como textos claros, pausas para reflexionar o ambientes con menos estímulos. Agradezco mucho cualquier orientación que puedan ofrecerme.