Hola, primero que todo quiero decirte que lo que estás sintiendo es completamente válido y comprensible. Cuando se nos juntan muchas responsabilidades y preocupaciones al mismo tiempo, es natural que nuestro cuerpo y nuestra mente se sientan sobrepasados. Sentir que no te da la vida para todo puede hacerte entrar en un estado de agotamiento emocional que no se resuelve simplemente «echándole ganas». Es como si tu sistema estuviera gritando que necesita una pausa para reorganizarse.
Una forma de comenzar a manejar esto es empezar por lo más básico: reconocer que no podemos con todo al mismo tiempo, y eso no te hace débil, te hace humano. A veces, priorizar no significa dejar cosas de lado para siempre, sino postergarlas o enfrentarlas de formas más sostenibles. Por ejemplo, intentar estructurar tu semana separando lo urgente de lo importante puede darte aire. Además, si bien ya estás intentando con meditación y ejercicio (lo cual es excelente), tal vez podrías complementar eso con una rutina más clara para el descanso o darte tiempos específicos para cada cosa, aunque sean cortos. También puede ser muy útil hablar con un profesional que te ayude a ordenar estas áreas de tu vida desde una mirada más personalizada.
Sobre tu pregunta de si esto es estrés o ansiedad crónica, la diferencia no siempre es clara sin una evaluación profesional, pero cuando los síntomas se mantienen durante semanas o meses y te impiden funcionar con normalidad (como dormir mal, dolores físicos constantes, pensamientos que no se detienen), es una señal de que podrías estar transitando hacia algo más serio. No estás sola en esto, y buscar ayuda no significa que fracasaste, todo lo contrario. Significa que estás haciendo algo por tu bienestar. Ojalá puedas darte ese espacio pronto.