Últimamente he notado que llego a casa con una sensación constante de agotamiento, incluso en días que no han sido especialmente difíciles. Me cuesta desconectarme del trabajo, reviso correos fuera de horario y tengo problemas para dormir pensando en todo lo que tengo pendiente. No siento que odie mi trabajo, pero sí como si ya no tuviera energía para disfrutarlo o sentirme realizado.
He leído sobre el burnout, y me preocupa estar en camino hacia eso sin darme cuenta. Me pregunto: ¿cuáles son las señales tempranas de que el estrés laboral está afectando seriamente mi bienestar? ¿Hay indicadores psicológicos o físicos que se deben observar? ¿Qué diferencias hay entre simplemente ‘estar estresado’ y sufrir burnout?
También me gustaría saber si existen estrategias prácticas o hábitos que los psicólogos recomiendan para prevenir esta situación, especialmente para personas que están en ambientes laborales muy demandantes pero que no pueden simplemente dejar el empleo. ¿Cómo encontrar un equilibrio realista entre la productividad y el cuidado personal sin sentirse culpable por bajar el ritmo?
Por último, ¿es posible recuperar la motivación y la conexión con un trabajo que alguna vez disfrutaste, pero que sientes que ahora ‘te consume’? ¿O el burnout implica que es momento de hacer un cambio profundo, como cambiar de actividad o incluso de carrera?
Gracias por el espacio. Me interesa mucho conocer su perspectiva profesional sobre esto porque sé que muchas personas vivimos algo parecido, pero no siempre tenemos claro cuándo pedir ayuda o cómo prevenir algo más grave.