Gracias por compartir lo que estás sintiendo. Es muy humano frustrarse y enojarse a veces, pero cuando sentimos que perdemos el control, puede ser una señal de que necesitamos prestar atención a lo que está ocurriendo por dentro. Lo bueno es que te estás dando cuenta de ello y estás buscando una forma más saludable de manejar tus emociones, y eso ya es un gran paso.
La ira suele ser una emoción que enmascara otras sensaciones como el miedo, la impotencia o la tristeza. A menudo explotamos no solo por lo que sucede en el momento, sino por una acumulación de tensiones o situaciones no resueltas. Aprender a reconocer esas señales tempranas en nuestro cuerpo y mente puede ayudarnos a responder de forma más tranquila y consciente. Quizás podrías explorar técnicas de respiración, mindfulness o incluso conversar con un profesional que te acompañe en este proceso. Trabajar en esto no solo mejora la relación contigo mismo, sino también con quienes te rodean. Estás en un buen camino al buscar apoyo, no estás solo en esto.