El establecer límites saludables, es la base de la piedra angular para la construcción de una relación sana con uno mismo y con los demás, puesto que, fomenta la preservación del bienestar espiritual y el equilibrio emocional. Cuando aprendes a decirle “no” a todo aquello que transgrede tu bienestar, te empoderas cada vez más para liberarte del estrés y el agobio que en ocasiones aborda .
Los límites juegan un rol fundamental en la conservación de nuestra integridad y bienestar, ya que permiten afirmar quiénes somos, comunicar nuestros requerimientos de manera efectiva, vivir en armonía con nuestra naturaleza más auténtica y experimentar una sensación más profunda de paz interior.
A continuación , te compartimos algunos importantes tips para potenciar esta habilidad:
a) Autorreflexión: hazte estas preguntas, ¿cómo me siento con esta situación/persona? ¿Qué necesito? ¿Qué deseo? ¿qué puedo hacer al respecto?
b) Comprende tus valores y límites: Reflexiona sobre tus valores personales y los límites que has establecido, y comprende por qué son importantes para ti.
c) Identifica y desafía pensamientos irracionales o negativos: Pensamientos que te hacen sentir culpable por poner un límite. Reemplazarlos por pensamientos que te recuerden porque lo has hecho y practica la auto-compasión.
d) Sé directo: Al establecer tus límites, ve directo al grano, no des explicaciones innecesarias que confunden más que aclarar. No pidas permiso ni perdón cuando sea necesario poner un límite: Es tu derecho hacerlo para mantener tu salud.
e) Ofrece alternativas: Cuando lo consideres correcto y te sientes bien, puedes ofrecer alternativas como “Ahora no puedo ayudarte pero mañana entre tal hora y la otra sí”. Manteniendo la calma y un tono de voz sereno, esto permitirá que el mensaje sea más cálido , afectivo y respetuoso.
Por último, recuerda que la capacidad de establecer límites saludables se relaciona al equilibrio emocional. Puede que existan dificultades, como el miedo a discutir , ser malinterpretado/a, o quizás, sentir un bloqueo que no te permita saber cómo expresar tus límites. Sea como sea, es esencial que recuperes tu voz para marcar las líneas que los otros no pueden cruzar, de esa manera, se puede gozar de una vida más plena y reforzar el autocuidado.